Creamos lo que no tenemos, lo que ansiosamente necesitamos.
Los seres humanos que más lo quieren a uno pueden ser utilizados por las fuerzas malignas para embromarlo.
Detrás de la fachada de la ciudad moderna, sigue morando el viejo mono desnudo. Sólo los nombres han cambiado: en vez de caza, decimos trabajo; en vez de campo de caza, barrio comercial, en vez de cub...
Hemos llegado al punto en que debemos dejar de sentirnos satisfechos, la solución es evidente: reducir el ritmo de la natalidad, sin poner obstáculos a la estructura social existente; evitar un aument...
Y cuanto más complejo es un individuo, más contradictorio es.