Tú eres tu propio enemigo, Ryan. Empieza por perdonarte, si no te perdonas vas a vivir siempre prisionero del pasado, castigado por la memoria, que es subjetiva.
Uno siempre busca en el presente o en el futuro respuestas que están en el pasado.
Las viejas fotografías engañan mucho, nos dan la ilusión de que estamos vivos en ellas, y no es cierto, la persona a quien estamos mirando ya no existe, y ella, si pudiese vernos, no se reconocería en...
El pasado, decía Proust, no sólo es fugaz, es que no se mueve de sitio. Con París pasa lo mismo, jamás ha salido de viaje. Y encima es interminable, no se acaba nunca.
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artilugio logramos sobrellevar el pasado.
Tal vez el futuro del mundo se halle en mejores manos si nos olvidamos de descubrir cosas nuevas y nos concentramos en recuperar nuestro pasado.