Una mañana te levantas y tienes todo lo que deseas en la palma de tu mano y al día siguiente no eres capaz de encontrar una miserable razón para seguir adelante. Una mañana eres feliz y otra no.
Alice Kellen
Una mañana te levantas y tienes todo lo que deseas en la palma de tu mano y al día siguiente no eres capaz de encontrar una miserable razón para seguir adelante. Una mañana eres feliz y otra no.