Y lo que, por el contrario, me sucede a mí en las raras horas de placer, lo que para mí es delicia, suceso, elevación y éxtasis, eso no lo conoce, ni lo ama, ni lo busca el mundo más que si acaso en l...
La seriedad (...) se produce por una hiperestimación del tiempo. (...) En la eternidad, sin embargo, no hay tiempo: la eternidad es solo un instante, lo suficientemente largo para una broma.