Según mi experiencia, las emociones no pueden describirse con una sola palabra. «Tristeza», «alegría», «remordimiento», esos términos no me dicen nada. La mejor prueba de que el lenguaje es patriarcal...
Llega un momento en el que estar enfadado no es más que un mal hábito, como fumar, que te va envenenando sin que te des cuenta.
Peleaba por descubrir sentimientos nuevos (…). Se creaban nuevas formas de alegría al tiempo que nuevas clases de tristeza. La eterna decepción de lo que es la vida, el alivio de un respiro inesperado...
Pregúntate qué sientes y qué te niegas a sentir.
—¿Por qué está mal robar?—Es cuestión de cómo se defina —dijo Julius.—¿Qué quiere usted decir?—Es una tautología. «Robar» es un concepto con un sentido peyorativo inevitable. Así, decir que robar está...