Comprendo que soy terriblemente cobarde. No quiero morir, porque amo la vida apasionadamente. ¡Nunca había sabido hasta hoy cuánta es mi ansia de vivir! Si consigo librarme de este infierno, jamás pod...
Era inútil. Ella había matado todo romance entre los dos, y se había convertido en una mujer cualquiera para mi. Como las demás. Ya había dejado de respetarla; ya nada quedaba de respetar en ella.
Fue como si me hubiera caído, desde el borde del mundo, al vacío. Un borde que apareció así, como de repente.