Lo que pasa es que, cuando llevas un tiempo casado, cada vez te cuesta más perderte en el sexo como antes. Es porque te has vuelto demasiado eficiente, has aprendido lo que funciona y lo que no, por l...
Lo que he aprendido, después de nueve años de riñas matrimoniales, es que todo lo que viene después del «pero» es una mierda—.