Charles Baudelaire Quote

Hay naturalezas puramente contemplativas, impropias totalmente para la acción, que, sin embargo, merced a un impulso misterioso y desconocido, actúan en ocasiones con rapidez de que se hubieran creído incapaces.El que, temeroso de que el portero le dé una noticia triste, se pasa una hora rondando su puerta sin atreverse a volver a casa; el que conserva quince días una carta sin abrirla o no se resigna hasta pasados seis meses a dar un paso necesario desde un año antes, llegan a sentirse alguna vez precipitados bruscamente a la acción por una fuerza irresistible, como la flecha de un arco. El moralista y el médico, que pretenden saberlo todo, no pueden explicarse de dónde les viene a las almas perezosas y voluptuosas tan súbita y loca energía, y cómo, incapaces de llevar a término lo más sencillo y necesario, hallan en determinado momento un valor de lujo para ejecutar los actos más absurdos y aun los más peligrosos.Un amigo mío, el más inofensivo soñador que haya existido jamás, prendió una vez fuego a un bosque, para ver, según decía, si el fuego se propagaba con tanta facilidad como suele afirmarse. Diez veces seguidas fracasó el experimento; pero a la undécima hubo de salir demasiado bien.Otro encenderá un cigarro junto a un barril de pólvora, para ver, para saber, para tentar al destino, para forzarse a una prueba de energía, para dárselas de jugador, para conocer los placeres de la ansiedad, por nada, por capricho, por falta de quehacer.Es una especie de energía que mana del aburrimiento y de la divagación; y aquéllos en quien tan francamente se manifiesta suelen ser, como dije, las criaturas más indolentes, las más soñadoras.

Charles Baudelaire

Hay naturalezas puramente contemplativas, impropias totalmente para la acción, que, sin embargo, merced a un impulso misterioso y desconocido, actúan en ocasiones con rapidez de que se hubieran creído incapaces.El que, temeroso de que el portero le dé una noticia triste, se pasa una hora rondando su puerta sin atreverse a volver a casa; el que conserva quince días una carta sin abrirla o no se resigna hasta pasados seis meses a dar un paso necesario desde un año antes, llegan a sentirse alguna vez precipitados bruscamente a la acción por una fuerza irresistible, como la flecha de un arco. El moralista y el médico, que pretenden saberlo todo, no pueden explicarse de dónde les viene a las almas perezosas y voluptuosas tan súbita y loca energía, y cómo, incapaces de llevar a término lo más sencillo y necesario, hallan en determinado momento un valor de lujo para ejecutar los actos más absurdos y aun los más peligrosos.Un amigo mío, el más inofensivo soñador que haya existido jamás, prendió una vez fuego a un bosque, para ver, según decía, si el fuego se propagaba con tanta facilidad como suele afirmarse. Diez veces seguidas fracasó el experimento; pero a la undécima hubo de salir demasiado bien.Otro encenderá un cigarro junto a un barril de pólvora, para ver, para saber, para tentar al destino, para forzarse a una prueba de energía, para dárselas de jugador, para conocer los placeres de la ansiedad, por nada, por capricho, por falta de quehacer.Es una especie de energía que mana del aburrimiento y de la divagación; y aquéllos en quien tan francamente se manifiesta suelen ser, como dije, las criaturas más indolentes, las más soñadoras.

Tags: impulso, poesia

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About Charles Baudelaire

Charles Pierre Baudelaire (UK: , US: ; French: [ʃaʁl(ə) bodlɛʁ] ; 9 April 1821 – 31 August 1867) was a French poet who also worked as an essayist, art critic and translator. His poems are described as exhibiting mastery of rhyme and rhythm, containing an exoticism inherited from Romantics, and are based on observations of real life.
His most famous work, a book of lyric poetry titled Les Fleurs du mal (The Flowers of Evil), expresses the changing nature of beauty in the rapidly industrialising Paris caused by Haussmann's renovation of Paris during the mid-19th century. Baudelaire's original style of prose-poetry influenced a generation of poets including Paul Verlaine, Arthur Rimbaud and Stéphane Mallarmé. He coined the term modernity (modernité) to designate the fleeting experience of life in an urban metropolis, and the responsibility of artistic expression to capture that experience. Marshall Berman has credited Baudelaire as being the first Modernist.